Llegamos para la hora del almuerzo, de entrada pedimos unos Nem de res que estaban buenísimos, de platos fuertes un Pho Ga (es el clásico con carne de res) y un plato de tofu guisado con hongos. Ambos platos estaban muy ricos, lo mejor de todo es que la comida es auténtica, la propietaria es vietnamita y sus platos son idénticos en sabor y forma a los de Vietnam. El precio es justo y la comida abundante.