Un restaurante amplio con salones reservados. Algunas mesas sí resultan incómodas porque las sillas son tipo sofá corrido y es un problema entrar y salir. La decoración y el menú asiático no van con la música lo que resulta un tanto disruptivo. Los platos de comida son buenos. Algunos destacan; pero otros como los de carne no son tan buenos. La atención es relativamente rápida.