Local acogedor con buena iluminación y con ambientación agradable, algo ecléctica. Me atendió el joven Aldair, con mucha tranquilidad y chispa nos aconsejó sobre los platos y fueron buenas elecciones, además estuvo pendiente de la satisfacción de los comensales, pues se acercaba a preguntar cómo la estábamos pasando. Los platos con buenas porciones, manteniendo relación con los precios y con buen sabor. Mantendría un volumen musical un poco más bajo o separado de la bocina del TV, pues incomoda a los que están cerca del mismo al momento de hablar.

•