Es un restaurante que sorprende, pues al llegar no esperas conseguir algo así, la decoración muy temática, las lámparas hermosas, tiene muchos detalles que apreciar en sus paredes, la atención fue buena y relativamente rápida, el hummus, el muhammara y los falafel están a otro nivel, los shawarma estaban bien, tienen una cidra artesanal para aquellos que les gusta este tipo de bebidas, sin duda volveré para probar otros platos.