Visitamos el lugar por primera vez en familia y nos sentimos inmediatamente a gusto por dos cosas: 1) La calurosa bienvenida del personal y, 2) La mezcla ecléctica de elementos urbanos, cultura pop retro y música rock noventera. Pedimos los "nachonales", el "Big Bro sampler" y 2 órdenes de las "mini Peggy Burgers" para 4 personas. Normalmente, tomo y subo fotos pero, en este caso, ¡se veía todo tan bueno que nos abalanzamos sobre la comida y no se pudo! Todo lo que probamos estaba excelente: las porciones adecuadas, los sabores bien equilibrados (y todo delicioso) y los precios excelentes. Nunca antes me había pasado que los nachos tuvieran tanta carne que, más bien, hicieran falta más tortillitas 😀. Al final, al reconocer que era nuestra primera visita, se acercó la propietaria a darle un toque personal a la velada y sentimos la necesidad de "promocionarlos" porque, de verdad que vale la pena ir (y regresar). ¡¡¡Felicidades y mucho éxito (nos tendrán por ahí de nuevo MUY pronto)!!!
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