Mi esposo y yo fuimos por nuestro aniversario y aunque no alcanzamos a reservar porque fue espontáneo, la host nos ayudó a conseguir una mesa para los dos. Muy amable la joven, excelente servicio. Pedimos una pasta Tre Scalini en salsa blanca y un Risotto de Lomito. Una limonada, un jugo de piña y pan con ajo. Nos encantó, si o si volveríamos.