La experiencia fue tipo expectativa vs realidad. Las imágenes en su publicidad superaron lo que llegó a la mesa. Las hamburguesas no estaban mal presentadas ni carecían de lo que se ofrecía; pero se desarmaban y la carne -que debía ser la estrella- no tenía sabor ni una consistencia agradable. Los abanicos eran demasiados bulliciosos y enfriaban la comida. Para mí fue hola y adiós.