Al ingresar al establecimiento, fuimos cordialmente recibidos y conducidos a la mesa sugerida para dos comensales. Solicitamos batidos y platos para comer. Personalmente, opté por una hamburguesa de pollo con yuca y acompañé mi comida con un batido de grape nut y chocolate. El ambiente resultó acogedor y la lluvia que caía afuera creó una experiencia espectacular. La temática del lugar fue particularmente destacada, y no dudaría en regresar para disfrutar tanto del ambiente como de los deliciosos batidos.