Mis expectativas de este lugar eran totalmente distintas a lo que recibimos. Desde el inicio todo un enredo ya que debes hacer tu pedido al WhatsApp, nadie llega a tomarlo ni recomendarte platos o algo. De entrada pedimos unos nachos cuya porción no se veía para nada como lo mostraban en su contenido de Instagram. Luego nos trajeron un plato equivocado el cual tuvo que ser cambiado 3 veces por los meseros ya que no coincidía con lo que debía traer, al final igual le faltaron unos tomates. El helado de nuestro plato llegó derretido encima de los waffles. El capuccino lo queríamos para acompañar el desayuno, llegó al final y frío. El iced coffee era solo leche, nada de café. No nos reconocieron nada por los inconvenientes, la factura la cobraron exactamente igual. La mesa de al lado también se quejó del pésimo servicio y solo expresaron que tenían poco personal. No es culpa de los colaboradores, sino de sus dueños que no contratan a más personal ni siquiera para fines de semana. La dinámica de que ningún mesero apunte es pésima, hace que se cometan muchas equivocaciones en los platos. Definitivamente no volveremos.

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