El lugar es pequeño pero cada detallito te teletransporta a una película japonesa. La atención de su personal es extremamente cálida, te hacen querer regresar. En cuanto a la comida muy rica con precios accesibles. Definitivamente es toda una Jovita este sitio. Te recomiendo reservar, de lo contrario y si corres con suerte, podrás sentarte en la barra.