Es un café pequeño, la decoración en 2D me encantó algo muy diferente a los cafés que suelo frecuentar, tienen dos ambientes uno blanco con negro en donde te sirven café y postres y el otro negro con blanco en donde ofrecen helados. El latte con leche de almendras estaba muy bueno y espumoso. El personal muy atento y amable, nos invitaron a conocer la terraza tiene un ambiente muy agradable para pasar la tarde.