Ibamos con expectativas altas ya que desde afuera se ve que es un lugar lujoso. Y así fue, el lugar es divino y el ambiente muy lindo. Tenían música y la vista al mar es insuperable, las instalaciones todo es hermoso. En cuanto a la comida, no fue nada espectacular, fuimos por el brunch y a decir no estaba buena. No regresaría por la comida.