Ambiente grato y cocina casera, con la atencion de su dueña quien tambien se mete en la cocina. En esta oportunidad yo queria celebrar que consegui donde mudarme. Asi que pedi la pizza funghi con una copa de vino blanco. Buen tamaño y sabor. Es una buena opcion en San Francisco. Hay distintos precios para cada gusto y bolsillo.