Fueron varios intentos de ir desde que abrió sus operaciones. Pero los primeros dos siempre estuvo lleno y las veces que logramos entrar nos comunicaban que había que esperar como 45 min. para ser atendidos. Finalmente llegó el día que era para nosotros. Igual nos toco esperar como 15 min. para que nos dieran una mesa, a pesar que el joven que nos atendió fue muy amable, la atención no fue muy buena. El local se ve limpio, actualizado, pero normal. Pedimos dos tipos boneless que llegaron calientitos y la verdad muy bien fritos y crujientes, las salsas súper deliciosas. Espero volver y que la atención y el tiempo de espera sea mejor. Necesito probar más platos, ya que los que deguste me encantaron.