Me parece sorprendente la cantidad de personas que van a este restaurante y más aún la cantidad de pedidos para Delicery que despachan. Las hamburguesas que probamos estaban muy buenas y las papas también, pero hay que hacer una fila al llegar pedir y pagar y luego sentarse a esperar que suene el dispositivo para ir a retirar tu pedido en una ventanilla, muy demorado y mucho trabajo para los precios de las hamburguesas. Las sodas y cervezas las despachan sin vasos, las pocas mesas incómodas...