El lugar es el clásico que uno dice que “al menos es muy barato” (ya que todo cuesta $1.50, lo que para mi es muy buen concepto) y ofrece Justo lo que es, ni más ni menos. El menor punto para mi es la atención, ya que además de tardar un millón en atender cuando no trajeron un tenedor tuvimos que solicitarlo a 5 meseros diferentes y al final si no me paro a buscarlo a la cocina básicamente, aún estaría esperándolo. Yo me quedo con el pensamiento que “si pagas menos, mereces peor atención?”… igual si volvería por los mojitos de 1.50$ 👍