En mi opinión es uno de los mejores restaurantes de comida española de la ciudad. Su dueño Tony estuvo en todo momento dispuesto y atento a darnos recomendaciones. De entrada pedimos croquetas de bacalao y de ibérico: exquisitas. Por recomendación de Tony, ya que estaba fuera de la carta, unas gambitas fritas, súper crujientes. De plato fuerte pedimos una paella negra de mariscos, espectacular. Lo único a considerar es que cierra temprano a las 9pm pero aún así Super recomendado.