He ido dos veces a este restaurante coreano, y en ambas ocasiones el servicio ha sido estelar. El sabor de la comida es bastante auténtico, porciones propias de la comida coreana y la vibra del lugar es muy chévere y cómoda. La única cosa que falla en, son los estacionamientos; hay déficit horrible y mucho más engorroso cuando el restaurante está lleno. Definitivamente tenemos pendiente regresar para la experiencia de kbbq.