Volví después de muchos años, la calidad sigue siendo buena, el mall ese día estaba muy lleno por temas políticos, pero la atención de la chica a pesar de que el lugar estaba lleno fue atenta y amable. Compramos un capuccino de caramelo, un latte de vainilla y para compartir un croissant de almendras que estaba espectacular, muy delicioso que pedí otros dos para llevar.