Fuimos a desayunar, la comida estuvo buena, fresca. El ambiente se siente como de refresquería, sencillo con variedad de empanadas y quesos. Encontramos resbaladera en el menú que en términos generales no es fácil de encontrar en la capital. La atención para mi fue lo mejor… super atentos y amables, risueños y sencillos todos. Volveremos!