No sé por qué había recibido malas reseñas de este lugar. A nosotros nos encantó. Entre 2 pedimos una orden de 10 alitas y un rosé tteokbokki y quedamos llenos. Todo estuvo muy delicioso. El lugar estaba llenísimo y aún así nos atendieron excelente, puede ser por el hecho de que estabamos sentados en la barra. Pero definitivamente regresamos a este restaurante.
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