Esta ubicado en el 5to piso Hotel Bristol. Bonita decoración, amplio ventanal con vista de la ciudad. Muy amables y pendientes de la mesa. Nos trajeron de cortesia un chips ( plátanos y camote) con unas salsitas que estaban muy ricas. Pedimos: Entrada: croquetas Portobello, croc pops , tacos de pato. Un jugo de sandia y un cocktail Painkiller. Platos fuertes: Pulpo al carbón y Udon Huancaina. Todo estuvo delicioso. 100% lo recomiendo.