Es un restaurante que puedes conocer con la familia. El ambiente es súper chévere; tenían musica en vivo y karaoke inclusive. La atención, malísima. Casi tuve que pedir porfavor que me tomaran la orden, luego pedí agua y nunca me la trajeron. Junto a mi plato solicité una bebida y tampoco me la trajeron (o sea, sin agua y sin bebida). La comida estuvo buena.
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