Tienen estacionamiento, algo que es difícil de encontrar en San Francisco. el lugar acogedor al aire libre, lastimosamente fuimos en la época de moscas, muy incomodo para comer. la comida mezah para 2 , excelente porción fresco, con un buen condimento. plato fuerte corvina mediterránea que en el menú describía al estilo libanés con salsa cubierta de tahini , de eso NADA, un vulgar pedazo de filete de pescado freído a la plancha y ya y el acompañante de yuca frita seca malísimo. el otro plato fuerte fue pasta de langostino , básico y aceptable , el hookah de menta , ni se sentía. las bebidas lo único rescatable, limonada libanés . no se si volver a darles otra oportunidad por el simple hecho de lugar y las entradas. servicio básico y el muchacho perdido.

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