Es increíble como un negocio ha podido trascender año tras año. Tenía siglos de no ir. Es un restaurante muy pequeño pero super acogedor. El hecho qur el Chef Ciniglio esté en todo momento es un super plus. Nada mejor que ser atendido por el director de orquesta. Lo único que no nos gustó, es que cierran un poco temprano. Había un ambiente espectacular pero prácticamente nos pidieron que nos retiráramos. Es una pena.