Las Hadas no es ni la sombra de lo que era. Fui con unas amigas, y el lugar estaba lleno. El servicio fue malísimo, el mesero no tenía ni idea de como servir, prácticamente ponía todo el cuerpo encima de su mesa para servir agua, en vez de caminar alrededor de la mesa para servir a cada comensal. El vino, avinagrado totalmente, lo tuvimos que devolver, por lo menos no nos lo cobraron. Pedí unos crepes de pollo y que puedo decir, totalmente secos, el queso tieso, sin sabor. El sancocho era un agua con sal... De comidas internacional no tiene nada y de pastelería tampoco. Cero recomendado, a no ser que quieras tomarte una Coca-cola que ya viene embotellada y un emparedado (que si tienes suerte las papitas vendrán calientes)