Finalmente logre conocer este restaurante, luego de sus miles de comentarios y buenas recomendaciones. La terraza es amplia y acogedora. El menú es pequeño y sin explicación. Pero los meseros te explican perfectamente cada plato y te dan recomendaciones. No tengo quejas, el pulpo de entrada fue un manjar de los dioses y acompañarlo con patacones un éxito. y el Arroz negro meloso un plato clásico de Maito que se te hace agua la boca.