Fuimos a pasar un rato en la tarde tal vez un café y un postrecito, pues nos quedamos con las ganas para empezar al llegar no comprendí por donde dejar el auto misteriosamente pasan una tarjeta y uno se parquea, pero tienes que adivinar cómo entrar pues el encargado de poner la tarjeta para levantar el palo para poder parquearte, cuando llegamos al mismo café Barceló, la atención como que más que deficiente, los postres que publican en Instagram no los tienen, dicen que según llegan y se acaban de una vez, no se cómo si no había un alma, los postres que quedaban estaban como secos no se veían frescos, la atención pésima, nos fuimos sin pedir nada a la final