Fui por segunda vez, llegamos con un restaurante vacío, sin embargo nos sentaron en una mesa incomoda al fondo porque las mesas con vista ‘tenian reserva’. Lo entendimos, pero sucedio que en las 2 horas que estuvimos ahi la reserva de la mesa nunca llegó… En esta segunda ocasión comimos de entrada los mejillones y los langostinos tempura. Debo decir que, a comparación de la primera vez que fui,demoraron en traer el pan que acompña los mejillones y no vino tostado, lo que fue algo decepcionante. De plato fuerte pedimos el spaguetti vongole y el risotto de esparragos. Debo decir que por precio e impresion de los platos, si vuelvo a ir, solo pediria entradas, creo que a los platos fuertes les hace falta algo, no te dejan con la impresion de las entradas

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