Un lugar diferente para una cena informal. El balconcito que da a la calle, apto solo para mesas de dos comensales, es de lo más agradable, aunque tiene el inconveniente de que la mesa es tan pequeña que hay que ir retirando los platos para poder dar cabida a la comida que va llegando. Unas especialidades de cocina del Mediterráneo oriental correctas, si bien las raciones pueden incrementarse sin que ello ofenda el paladar de los comensales. Los precios pueden calificarse de moderados.