fue una gran sorpresa el lugar, no esperaba encontrarme un ambiente tan agradable y bonito adentro, la atención fue muy buena y la comida extraordinaria. A las pequeñas les pedimos los chicken fingers y estaban súper frescos y crocantes, el pulpo al fuego delicioso, el puerquito chinatown del más allá y de entrada los bites de brócoli y coloflor totalmente ganadores. Ahora regresaremos un martes en la noche para una noche de jazz y cocteles