Fuimos toda mi familia y qué mal sabor nos llevamos. Los platos no son nada económicos y demoraron una eternidad en traerlos y fríos. La comida no tiene nada del otro mundo, de hecho, algunos plazos hasta insípidos. La muchacha que nos atendió cargaba una carrera trayéndonos los tés sin antes haber comido. Muy mala experiencia, la verdad.