Tristemente me decepcionó este lugar. Pedimos 2 postres: un Tartuffo cake cuyo sabor no llenó mis expectativa y un caramel cake que a mi hijo no le gustó. El capuchino si es bueno. La atención deja bastante que desear. Las chicas que atienden estaban como peleando entre sí y se trataban con poca cortesía. El café lo pedí para llevar y cuando llamaron a mi turno no era lo que había pedido y nisiquiera una disculpa ni nada, al contrario me pusieron cara. Lástima porque el ambiente es muy agradable y relajante e invita a quedarse en el lugar, pero con esa atención que va.