Pedimos una picada, ensalada caprese y una jarra de sangría. Todo estaba muy bueno y la jarra de sangría era gigante y muy rica. La joven Milesh nos atendió. Aunque estaba sola atendiendo y el lugar estaba a su capacidad máxima, ella fue eficiente, diligente y nunca perdió la sonrisa. El buen servicio junto a una buena comida es la mejor combinación.
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