El café es exquisito, no esperaba menos de café de finca Elida. Pedimos un capuccino, muy rico, y un pour over que era seda en el paladar. Vimos que tienen cannelles en el menú y no pudimos evitar no pedirlos, y superaron todas nuestras expectativas! Están absolutamente deliciosos! Tienen opción de pedir 6-pack de cannelles. El ambiente es bonito, moderno y con look industrial. No hay servicio a mesa y el establecimiento es cash-free.