Después de ver tanta publicidad en Instagram decidimos ir a conocer Bocao 507 en Don Bosco. Al llegar tenían un letrero que decía cerrado. Pero al bajarnos nos dimos cuenta que había gente dentro del restaurante. Estaba llenísimo y solo quedaban 2 mesas. El lugar es pequeño, con mesas para pocas personas. Pedimos de entrada los deditos de pescado con salsa tártara, que lo recomiendo al 100%. 4 Grandes, fritos y frescos trozos de pescado. Y de plato fuerte pedimos la langosta a la mantequilla rellena con camarones y patacones. Estaba todo delicioso y fresco. En cuanto al servicio se demoraron 1 hora en servirnos y la entrada llego con el plato fuerte. Tal vez porque era domingo. Pero para la próxima de seguro iremos otro día. Al pedir la cuenta nos habían puesto una soda de más, pero reclamamos e hicieron el cambio. No se si el lugar era lo más higiénico pero en general estaba bastante bien todo.
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