un lugar muy acogedor, que resalta por su buena atención personalizada, el mismo chef sale a recibirte y te hace recomendaciones del menú, con una interesante fusión ecuatoriana/ japonesa. definitivamente es un lugar para repetir y seguir probando su amplia carta. recomiendo el pollo laqueado y el arroz chaufa. pronto volveremos a probar los ceviches