Pedimos una mesa libanesa para 2 personas (es abundante), la presentación era bonita y los sabores muy agradables, se aprecia la variedad de especias. Decidimos beber limonada libanesa, tiene un interesante color rosa, es fresca y dulce. Para complementar pedimos arañitas (no nos convencieron). El postre, baklava, estaba muy bien presentado. Lo ideas es acompañarlo con un rico café. La mesera muy amable y atenta.