Desde que vas afuera ya quieres entrar. En la subida al restaurante ya te sumerges en una experiencia de sonidos de la jungla. Arriba el ambiente bien limpio. El personal super atento y la comida deliciosa. El Ceviche está buenísimo. Es suficiente para una persona y quedará satisfecha. La hojaldre con ropa vieja tiene un sabor único ahumado delicioso. Me gustó que no estaba tan inflada ni con mucha masa. Todo bien balanceado. Las bebidas deliciosas. Jugo de maracuya, raspadura y la limonada con yerbabuena estupenda. Volvería a degustar otros platos.