buena comida peruana, delicioso Pisco sour, atención esmerada, baño amplio aunque sin adaptaciones (barandas, inodoro alto). buenos estacionamientos. Una experiencia placentera y serena, sin música estridente que impide conversar. Sigo sin entender porque la pantalla gigante muestra hermosas vistas de Grecia, en vez de deleitarnos con paisajes peruanos.