Tuve la oportunidad de visitar este restaurante el día de San Valentín. Comprendo que para este tipo de días y festividades las dinámicas de los establecimientos se ven afectadas, sin embargo son los mejores momentos para medir la organización y capacidad de contingencia de la gerencia. Comida: Al ver el menú me emocioné con la variedad de tapas que ofrecen, degusté unos boquerones fritos, huevos rotos y una orden de yucas fritas. En sabor todo muy bueno, sin embargo cuando recibimos la comida, todo estaba frío, había estado reposando por demasiado tiempo. Servicio: Fuimos a un evento semi-privado pues hubo que comprar entrada con antelación para así garantizar la mesa. Al momento de entrar al restaurante y ser verificados en la primera lista, se nos dirigió a la anfitriona que fue extremadamente grosera pues su lista no coincidía con la lista de la puerta y por ellos no nos iba a dar una mesa (que ya estaba reservada y paga), luego de "solucionar" el asunto, tuvimos que esperar cerca de 45min para que nos tomaran la orden y luego esperar 1 hora para que nos dieran la comida, que cómo mencioné estaba fría. Las saloneras se veían desorientadas, perdidas, desorganizadas. A todos en esa noche nos llegó la comida fría o errada. Deben mejorar este aspecto del restaurante. Ambiente: Es super acogedor y me encantó la decoración. Es un ambiente perfecto para compartir con amigos o familia.

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