Lugar bonito. La decoración tiene un estilo gothic. Lámparas de calaveras, pintura sobria, estaba cool. Primero lo bueno, luego lo malo. Tienes que pagar 4 dólares de valet parking no negociable, para entrar al rest. Hay que subir unas escaleras estrechas, así que no se les ocurra ir con alguien con discapacidad motora. Nos recibieron a mi y a mi +1 de manera arrogante (la chica host) diciendo que mi reserva estaba confirmada en la barra. Esto no era así, ya que mi reserva por instagram no decía eso por ningún lado. Después de discutir,llegó el maitre y nos dio una mesa. La atención de nuestra camarera fue magistral (lástima que no me acuerdo el nombre) y probamos unos tacos del taco week que no eran la gran cosa. Una noche que debió ser mágica se opacó por el mal servicio de 1 inepta.