Fui con mis papás que son españoles y cada plato que pedimos nos sorprendió y a ellos los hizo recordar el sazón español. Iniciamos con la sangría que estaba refrescante y llevaba un buen vino, luego “Papás Bravas”, “Croquetas de Jamón Ibérico”, Tortilla de Papás” y “Gambas al Ajillo” todo delicioso. Sobre la atención Elena muy amable y atenta. Sin duda se suma a mis favoritos.
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