Finalmente pude conocer este restaurante en el nuevo Sofitel de Casco Antiguo. El lugar es agradable, con una decoración que definitivamente remonta al siglo pasado. Fuimos a desayunar. El menú es limitado, pero tiene opciones para todos los gustos. Pedimos el açai bowl, el avocado toast y el filete de res a caballo. La consistencia del bowl estaba muy líquida y el filete estaba duro. El café y panadería si estaban muy buenos. El servicio fue bueno, aunque un poco tardado. Vale la pena para conocer, pero no será mi lugar favorito.