Tenía mucho tiempo sin visitar la rana dorada, uno de mis spot favoritos para una buena platica y una buena cerveza artesanal. Esta vez la atención no fue buena y no es culpa de la chica, solo había una sola persona atendiendo a todos los clientes por lo que la atención fue lenta y demorada y la comida demoró demasiado. El local debería tener mínimo dos personas recibiendo a los clientes! La masa de la pizza estaba demasiado delgada para el gusto de mi novio y el mío. Mi novio pidió una soda artesanal y la copa estaba sucia, la chica lo cambió amablemente. El ambiente bueno como siempre.