Buen restaurante, bonito ubicado en una esquina frente al parque en casco viejo. La atención un poco pobre y de mala gana. Al rato entraron, creemos los dueños del local y empezaron a hacer bulla y a incomodar al resto de los clientes. La comida estaba medianamente buena, pero eso sí bastante fresca. No volvería a ir.