Fuimos hoy 13 personas a comer a Giorgio’s de Albrook Mall y estábamos celebrando la culminación de nuestro postgrado, en eso se acerca el mesero y nos pide que hagamos silencio y que hablemos en voz baja. Sencillamente nos retiramos del lugar y fuimos a otro restaurante donde si nos permitían conversar. Era fiel cliente de ese restaurante toda mi vida, sencillamente no vuelvo más. Pésima atención.