Luego de algún tiempo de ausencia, mi esposa, mi hijo y yo nos dimos una vuelta por los Tarascos, para degustar de una propuesta distinta de la cocina mexicana. disculpen la palabra, pero nos dimos una tremenda y deliciosa “hartada” pero quedamos contentos y agradecidos por lo sabroso de todo. Se los recomiendo, una atención muy buena, servida a la velocidad del rayo, productos frescos y todo muy bien presentado y exquisitamente preparado….