Un buen lugar que hay que visitar en el ambiente acogedor del Casco Antiguo. Donde se mezcla un ambiente modeno dentro de la esstructura tradicional de ladrillos que se destaca en el casco. La comida buena y sirven rápido, el Classic Roubens Sandrwich tenia un toque especial por el pan. Los wraps ricos también, pero dónde se destacan es en los cockteles servidos de una manera muy particular, especialmente el Whiskey Moon. La noche del sábado amenizan con bailarines y buena música, lo que lo hace un lugar magnífico para alguna celebración. Definitivamente volveré.