Siempre me exhorto a tratar nuevas opciones y para tomarnos unas cervecitas algo tarde, mi amigo y yo decidimos ir a algún lugarcito desconocido por San Francisco. Y llegamos a Belisario. Quedamos muy decepcionados por varias razones: las alitas que en otros lados generalmente son crujientes y de buen sabor, aquí parecía que las habían recalentado. Mala opción. También pedimos unos patacones para picar y estaban tan aguados y llenos de aceite que tuve que devolver (en la foto se nota). No se podían comer. El servicio pobre. Había que llamar con insistencia para que nos atendieran. El ambiente muy rústico para mi gusto. No sé si seria porque eran como las 9:00pm pero aquí si estoy segura que no volveré.

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